LA FORTALEZA MENTAL

”El hombre que está preparado tiene la mitad de la batalla ganada” Miguel de Cervantes

Había una vez un equipo desesperado por los malos resultados. Su mal juego se veía reflejado en la tabla de posiciones, en la que se encontraba relegado a la temida y peligrosa última posición. Para intentar escapar a esta situación, le ofrecen asumir en el cargo a un prestigioso entrenador, experto en táctica y con una vasta trayectoria llena de triunfos.

Tras el primer partido, no sólo no consigue el triunfo sino que recibe una humillante paliza. A la semana siguiente, el entrenador decide aplicar más disciplina y dureza en las prácticas. Sin embargo sus dirigidos sufren otra derrota abultada. Pero el notable entrenador no se da por vencido y sigue implementado diferentes variaciones en el entrenamiento, a veces extendiendo el horario de las prácticas. Pero esto de nada sirve, pues las derrotas se suceden una peor que la otra.

Cuando restaba una semana para el fin de la temporada, el equipo estaba al borde del descenso. El entrenador, desahuciado, vencido y decepcionado decide confrontar al equipo en una charla. Al reunir a los jugadores, les dice: “muchachos, a partir de hoy comiencen a correr diez kilómetros por día”. El capitán, sin comprender, le pregunta: “¿para qué?”. “¡¡Para que el próximo fin de semana estén a 60 kilómetros de acá!!

Puedo estar hablando de un equipo de cualquier deporte, pero ¿cuántas veces, ante la adversidad, se toma la decisión de entrenar más tiempo y con mayor intensidad, dejando de lado el aspecto mental de los jugadores y el equipo? No siempre se necesita entrenar más, ya que una inyección motivacional puede ser la clave. Muchos entrenadores y atletas pasan por alto este aspecto, pero otros lo consideran vital.

Un deportista que confía plenamente en sus capacidades probablemente rendirá de manera óptima. Cuando un relator comenta: “¡hoy está agrandado, no lo pueden parar!”, hace notar la confianza que tiene en sí mismo este supuesto deportista.

La actitud mental en el deporte es de suma importancia. Los jugadores que están convencidos de que las aptitudes y destrezas pueden ser potenciadas con una dosis de actitud positiva y confianza, seguramente tendrán un buen desempeño. Creo que un entrenador que desea ser exitoso debe saber manejar este aspecto a la perfección.

Puedo encontrar varios ejemplos si hago memoria. Carlos Bianchi, en su etapa como entrenador de Boca Juniors, cuidó rigurosamente este aspecto, generando en los jugadores, que quizás no eran los mejores técnicamente, una actitud totalmente ganadora.

Los Pumas en el Mundial de Francia en 2007 combinaron una mezcla de talento, confianza y coraje letal, que transmitía una sensación de encontrarse frente a un equipo casi invencible. Estaban preparados para hacerle frente a quién fuera. Y en ese aspecto Marcelo Loffreda siempre hacía hincapié. La fortaleza mental es la base para un ganador.

Creo que el entrenador debe generar un vínculo fuerte con el jugador y con el grupo. Al hacerle notar sus fortalezas a un jugador, la confianza de éste crecerá y su actitud hacia el juego será superior.

Como jugador he tenido técnicos realmente muy capaces y con brillantes ideas sobre le juego, pero en cuanto a su relación con el grupo y su trato, fallaban tal vez por la falta de noción acerca de este aspecto. Por otra parte, he integrado equipos en los que el entrenador hacia de el aspecto mental algo casi básico y primordial, lo cual me daba confianza plena a la hora de jugar. Además ¿quien no disfruta de la pequeña gloria de un halago?

A veces, el entrenador llega a ser una figura paternal, que se desvive por sus entrenados. Y como dice Martín Fierro :“Un padre que aconseja mas que un padre es un amigo”.

TOMAS DE VEDIA.

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